“El papel de las Tecnologías de la Información y la Comunicación”
La socióloga María Teresa Quiroz presenta una realidad de la ciudad de Lima Perú en su investigación denominada “Impacto de las tecnologías del conocimiento en el pensar-sentir de los jóvenes”, esta realidad no difiere mucho a la de los guatemaltecos, pues es evidente que la cultura digital ha alcanzado a todos a tal punto que el uso de las tecnologías (que no son una situación del futuro sino del presente) es una situación cotidiana que incide en el ser humano en la forma de entender, participar y sentir, tal y como lo apunta Quiroz.
En las áreas urbanas se puede tener acceso a internet sin dificultad y en las rurales son pocas las que aún no tienen acceso a este servicio, es por ello que si tecnología ha absorbido a la sociedad, la educación no puede quedarse en el rezago, necesita incorporar a sus prácticas los medios tecnológicos con que se cuenten. Por otro lado, Quiroz hace mención en su trabajo que un gran sector de los profesores de colegios con menores recursos no está suficientemente adiestrado o no tiene los lineamientos curriculares adecuados como para transformar la dinámica de aprendizaje, en este sentido no solo es importante tener acceso a la tecnología sino que se debe partir de una alfabetización digital para aquellos que la utilicen a fin de sacar el mayor provecho, privilegiando el conocimiento ante la información.
Me parecen muy oportunos los planteamientos que surgen como resultado la investigación de Quiroz pues hacen mención que “el gran reto de este tiempo es acercar a todos aquellos que están dispuestos a comprometerse en el proyecto de una educación crítica, de calidad y que contribuya con el desarrollo equitativo de nuestras naciones”, una educación tecnológica que no solo permita a los niños valorar muy especialmente la posibilidad de jugar y de establecer contacto con otros sujetos, es decir la capacidad para extender sus posibilidades de intercambio, autoafirmación y socialización, sino también llevarlos a un nivel en donde se predomine la razón, la reflexión y la crítica.
¿Es conveniente realizar una integración de la educación y la comunicación de masas?
Si, toda vez la comunicación de masas permita el predominio del conocimiento y no solo de la información, esto se complementa con lo apuntado por Fernando Sabater quien sostiene que “la información es útil, precisamente, para quien tiene una razón desarrollada. Considera que hay que distinguir entre conocimiento e información, y que el conocimiento es, más allá de la información, reflexión sobre ella; es la capacidad de discernimiento y de discriminación respecto a la información que se tiene y esa capacidad no se recibe como información. Es decir, todo es información menos el conocimiento que nos permite aprovechar la información” (Sabater, 1998).
La integración de la educación y la comunicación de masas, debiera provocar que el estudiante alcance un nivel de reflexión y de razonamiento que le permita utilizar y rentabilizar la información, que le permita elaborar sus propios constructos, esta es la razón por la cual la educación actual ya no puede circunscribirse a transmitir contenidos informativos. El cine y la televisión son recursos masivos que muy bien pueden utilizarse con fines educativos y de formación.
Quiroz hace mención que vivimos en un ecosistema comunicativo que demanda, en cada caso, la búsqueda de contenidos y formas innovadoras de poder alcanzar el aprendizaje y los medios masivos pueden brindar esto que se está buscando y a su vez brindar la posibilidad que el ser humano se relacione e interactúe a distancia.
Finalmente, la integración de la educación y los medios masivos, permitirá a la escuela la posibilidad de brindar una nueva alfabetización de la sociedad de la información, la del lenguaje audiovisual y de la informática, para ello es necesario introducir el uso de los lenguajes audiovisuales, de la informática, de las computadoras y nuevos medios.
¿En qué podría favorecer la comunicación de masas a los procesos de formación?
Si consideramos que el ciberespacio, las telecomunicaciones e Internet están procurando la aparición de nuevas comunidades virtuales.
La escuela debe contribuir a la consolidación de nuevas comunidades educativas que, trascendiendo espacios y limitaciones, potencie nuevos valores de convivencia y nuevos ámbitos de producción y discusión del saber (Quiroz).
Bajo este contexto, los procesos de formación que realice la escuela (toda vez permita la apertura de las nuevas tecnologías del conocimiento), permitirán enfrentar el fraccionamiento entre el pensar y el sentir permitiendo una opinión crítica frente la realidad, será posible formar al estudiante a través de una pedagogía de la imagen que potencie en el estudiante la expresión y la creatividad y sobre todo el conocimiento de un nuevo lenguaje.
La comunicación de masas podría favorecer a que la escuela se convierta en un espacio de exploración, de investigación y de descubrimiento, que permita al estudiante el atrevimiento de inventar y de crear. En este sentido Quiroz menciona que “la escuela no pueden seguir siendo puros centros de transmisión vertical del saber, sino productoras activas de conocimiento y escenarios de descubrimientos y de expresión de la creatividad. Sólo así se podrá responder efectivamente al entorno cambiante y al crecimiento de la cantidad de información que circula socialmente”.
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